Capítulo #5 : Organización de las Fuerzas del Mal

5.1 En este reino tenebroso, Satanás es el rey, 

el príncipe soberano, y los súbditos, son los demonios. Estos se hallan perfectamente organizados en principados, potestades, gobernadores y huestes de maldad distribuidos para controlar el mundo:"Porque no tenemos Lucha contra sangre y carne, sino contra princlpados, contra potestades, contra los gobenadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes" (Ef. 6:12).

Todas estas legiones malignas se sujetan bajo las órdenes de Satanás, y actúan distribuidos en regiones geográficas. para influir directamente sobre las personas que viven dentro de sus áreas decontrol (Dn. 10:13,20)

El reino de las tinieblas, si Io comparamos con las estructuras político-administrativas de los hombres y, especialmente, con la organización de las fuerzas armadas de un país, estaría dirigido por Satanás, como el Comandante en Jefe, luego seguirían los integrantes del alto mando militar, los oficiales de baja graduacion, los clases y hasta el último soldado. De acuerdo con Efesios 6, esta es la estructura del ejército del diablo:

5.1.1. Principados

(gr."archas") que se puede traducir como líder o magistrado. Además, el término principado se refiere al territorio que se halla bajo la jurisdicción de un príncipe. De esto, y de Daniel 10, se deduce que los príncipes demoníacos controlan y responden por las áreas a ellos asignadas; por ejemplo, en Dn. 10:20, el Principe demoníaco de Persia responderá ante Satanás por la"administración"de la maldad sobre ese territorio; el Príncipe de Grecia, por su parte, dará cuenta sobre Io que él ha hecho dentro del territorio de su jurisdiccíón.

5.1.2 Potestades 

(gr."Exousias.") Aparentemente son rangos demoníacos subordinados a los príncipes. Son espíritus que han recibido autoridad sobre áreas determinadas dentro del principado,

5.1.3. Gobenadores 

(gr. : kosmokratoras") Estos gobernadores o señores del mundo son otros colaboradores del diablo en su afán de controlar el universo. Como Satanás no es omnipresente siendo"el dios de este siglo", necesita delegar su autoridad a muchos para que el mundo entero sigabajo su dominio (1Jn. 5:19).

5.1.4 Huestes espirituales de maldad 

(Gr. Pneumatikas; Lat.HOSTIS= enemigo, adversario; ejército en campaña). Esta expresión se refiere a los millones de demonios que integran las diferentes legiones malignas de los. principados. Estos"soldados del diablo", en la guerra espiritual, combaten.-denodadamente para impedir que"su señor"sea despojado de"su casa"y... echado fuera de"su región".

5.2 Agrupaciones de demonios 

Cada demonio tiene su propia personalidad y actúa conforme a su naturaleza depravada. Por esta razón, los demonios de brujería alentarán a los hombres hacia esas prácticas y no a otras, los de lujuria, a cometer delitos sexuales y, los de odio, a aborrecer a los prójimos o a odiarse a sí mismos con todo el corazón.

Sin embargo, así como los hombres se asocian con otros que poseen sus mismos intereses, ideales o vicios; asimismo Ios demonios se agrupan Ef. 6:12

con otros de igual calaña que están especializados para provocar-dentro de su área de acción infracciones contra la ley de Dios. Por elio, en la luchá espiritual, es muy común encontrarse con"colonias" de demonios dedicados fomentar las inmoralidades sexuales, la baja estima, el orgullo,el miedo, etc. Todas estas"colonias", y aun"legiones", trabajan bajo la dirección de un espíritu dominante o jefe: el hombre fuerte (Mt. 12:29). Se supone que este espíritu que gobierna cierta área de la vida de una persona, fue el primero en entrar en ella. Luego, por su"derecho"de poseción abrió el camino a otros espíritus que voluntariamente se le sujetan y colaboran con él. Por ello, cuando estemos Iuchando espiritualmente para liberar a una persona, luego de identificarse a los hombres fuertes durante la consejeria y las oraciones de sanidad íntima, en el nombre de Jesús. debernos ordenarles salir en compañía de todos sus subalternos.

Sólo como ejemplo, y sin que estas listas sean inspiradas e infalibles, menciono a los siguientes espiritus dominantes y sus agrupaciones malignas:

Como se aprecia en estas listas, los demonios que invaden a las personas generalmente se juntan en grupos afines; aunque, en ocasiones, podemos encontrar un espíritu aislado.

Las agrupaciones ejemplificadas no son invariables, pues muchos demonios son ubicuos (quieren meterse en todas partes) y por sus conveniencias pueden acomodarse con otros grupos. Por ejemplo, un demonio de orgullo perfectamente puede trabajar en el área del sexo ilícito para, por vanagloria, convertir a una persona en un "Don Juan". Inclusive, los espíritus malignos que trabajan en el área de la religiosidad, pueden vestirse de espiritualidad, bondad, misericordia, etc para tratar de "entreverarse" con el Espíritu Santo y así engañar a los ingenuos (2 Co. 11:14), tal como los falsos profetas lo hacen con sus vestidos de oveja (Mt. 7:15).

Si en la guerra espiritual usted se topa con un demonio de miedo...legítimamente puede sospechar que alrededor de él están los demás integrantes de ese grupo y deberá atacarlos a todos. Por ejemplo, si al guiar al aconsejado para que pida perdón por todo miedo y temor que él siente (1 Jn. 4:18), se manifiesta un espfritu inmundo de temor, átele a la verdad en el nombre de Jesús y pregúntele: quién es el hombre fuerte o el espíritu dominante? Tras la respuesta, desconecte el poder y las órdenes que Satanás ha dado a este espfritu jefe, ordene que se rompa toda cooperación entre los espíritus afines y los pactos de ayuda con los hombres fuertes de los otros grupos y, luego, en el nombre de Jesús, ordene que el demonio jefe de la colonia o legión de miedo salga fuera con todos sus secuaces.
Si no procedemos así, el hombre fuerte nos puede engañar cesando toda manifestación, al mismo tiempo que hace salir- con gran escándalo- al último de sus súbditos. Entonces, mientras nosotros aclamamos a Dios alabándole por la victoria, el espíritu dominante y los demás miembros de la legión quedarán tranquilos dentro de la persona para, muy pronto, volver a atormentarla con sus miedos.

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