Coreanos del Norte invocando el nombre de Jesús

A pesar de que el gobierno de Corea del Norte hace todo lo posible para aislar a su población de las influencias externas, todavía hay quienes tienen contacto con los norcoreanos del otro lado de la frontera. La mayoría de ellos son miembros de la familia que han huido a otros países y hacen grandes esfuerzos (y costos) para tener contacto ocasional con sus familiares en la nación cerrada.

Los norcoreanos que han llegado a países libres a menudo han encontrado a Cristo a lo largo de su arduo viaje. Quieren que sus parientes que aún están dentro de Corea del Norte también aprendan sobre él y, a veces, pueden sacar el tema en sus conversaciones cortas y distantes.

“¿Sabes quién es Jesús?” un padre le preguntó a su hijo. “Claro que sí”, fue la respuesta. “Todo el mundo por aquí ha oído hablar de Jesús”. Sin embargo, cuando se le instó a ver qué sabía la gente acerca de Jesús, no era exactamente mucho. La gente simplemente sabe que Jesús es un nombre poderoso. Lo invocas cuando estás enfermo o en problemas. Te puede traer buena suerte.

Lo mismo con las Biblias. En un área, la gente gastaría una gran suma de dinero para comprar una Biblia en el mercado negro. No para leerlo, sino para guardarlo en sus casas como amuleto de buena suerte. Habían oído que la Biblia puede protegerte de todo tipo de mala suerte y enfermedades. Las palabras para ellos tienen poder mágico.

Otras personas también contaron historias sobre cómo les habían dicho que simplemente llamaran a Jesús cuando estuvieran en problemas. Una niña huérfana que escapó lo hizo durante su peligrosa travesía. No fue hasta mucho más tarde que supo quién era este Jesús.

Esa es también la razón por la cual las personas que envían ayuda a sus familias en Corea del Norte y tienen unos segundos para hablar con sus familiares para confirmar que los bienes han llegado, a menudo aprovechan la oportunidad para decirles a sus familiares algo como “confía en Jesús, ” o “esta ayuda fue dada por cristianos”, o “llama al cielo cuando necesites ayuda”. Puede que sea todo lo que puedan decir, con la esperanza de que la pequeña semilla algún día vea el sol y tenga la oportunidad de crecer.

Un pastor norcoreano comentó que las historias mencionadas anteriormente son motivo de preocupación y esperanza. La gente puede llegar a pensar en Jesús de una manera equivocada. No saben cómo adorarlo, pero creen que pueden usar su nombre para su propio beneficio. Sin embargo, subrayó que era mucho mejor que nada. La niña que cruzó la frontera y luego descubrió quién era Jesús tenía el corazón preparado. Ella había experimentado la ayuda de Jesús cuando estaba en problemas y estaba lista para recibirlo como su Señor.

Además, las historias de Irán le dieron a este pastor un motivo de esperanza. Cuando las personas han escuchado el nombre de Jesús y anhelan saber quién es, Dios puede encontrar maneras de revelarse a ellos. En sueños, a través de encuentros 'casuales' con otros creyentes o materiales bíblicos que circulan secretamente.

Las experiencias de la iglesia en China parecen confirmar esta expectativa. Hemos escuchado historias de personas que fueron sanadas en el nombre de Jesús sin saber quién era. Había grupos de creyentes en Jesús que esperaban que alguien con una Biblia viniera a su pueblo y estuviera listo para abrazar el evangelio una vez que lo entendieran.

Que esta sea nuestra oración por Corea del Norte, que todos los que han escuchado el nombre de Jesús lleguen un día a conocerlo como su Salvador y Señor.